EL BORRACHO
Va dando tumbos,
de lado a lado,
chocándo contra cualquiera
que se cruce a su paso.
Vive en otro mundo,
borracho,
soñando que todo es de risas,
que se esfumaron los llantos,
que la vida es eterna,
y la muerte son dos velas
que se ponen a algún santo,
siempre y cuando
la iglesia esté abierta
y el señor cura lo dé de paso.
Le conocemos todos.
¡Qué pintas! ¡Qué trazas!
¡Qué tarareos, qué sonatas!
¡Qué manera de pasar
de la seriedad a la lloradera,
del sueño a la carcajada!
Todos le hemos visto,
y nos cambiamos de acera,
no queremos que nos toque,
ni que nos pida, ni que nos estorbe
en ese camino que llevamos
en busca de... ¡Qué sé yo! ¡Bobadas!
Problemas y más problemas
que nunca tiene un borracho.
Otra copa.
Otro trago.
Invítame que mañana te lo pago.
Otra copa.
Otro trago.
Mándame a la mierda si quieres.
Tu mi Dios, yo de la calle,
EL BORRACHO.
COMUNERO