SIN PRISAS
A ustedes se lo cuento
para que no se asusten,
pero cuando al WC entro
la de cosas que se me ocurren.
Y si no,
miren
y lean,
o lean
y miren,
pero primero
esperen
que tiro de la cadena.
Shiiiiirrrrggchuuueeaaafffffffffgggg...
Ya.
Hubo un tiempo
en que la vida era eso,
tiempo.
Tiempo y vida.
El tiempo iba pasando,
y a través de los días
y a través de los meses,
y a través de los años
y de los cumpleaños
vi,
que yo,
pobre de mí,
me estaba volviendo viejo,
y mi vida,
también.
Creo que no me dí cuenta,
o puede que ya me acostumbrara,
puede que dejara de buscar,
de tener esa chispa
que en otros brilla
y, en cambio en mí,
se apagaba.
Y me puse a leer novelas de todo tipo,
de intriga,
de risa,
históricas
o de miedo.
Algunas eran románticas,
otras de culebrones,
algunas eran tan trágicas
que mi corazón decía:
COMU, apaga
y continuamos mañana .
Y oigan,
aunque seguro lo saben,
se distrae uno,
incluso disfruta.
Pero no sé porqué,
llevo una temporada
que no leo nada,
ni novelas,
ni periódicos,
ni las octavillas de los prospectos
para saber cómo se pone un supositorio.
Nada.
Definitivamente, nada.
¿Serán mis neuronas
que se comporten así,
será la edad,
será que no aguante
ni un asalto,
ni un combate,
que a la segunda frase
los ojos se me cierran
y me piden ir a dormir?
¿O que me haya vuelto perezoso
y me esté transmutando
de hombre a oso
y me metamorfosee en "homo camadurmientis"?
¿Les pasará a todos
o solamente a mí?
En fin.
Pero es que hay días,
que estoy tan agusto,
pero tan requeteagusto de no hacer nada,
¿Que para qué quemar
esos ratos que Dios nos da
si se puede disfrutar
feliz en la cueva,
en la cama
mirando las musarañas?
Absorto en el Más Allá
¿Verdad?
Y eso hago...
a parte de comer,
y dormir,
y de vez en cuando visitar al WC
de mis sentires...
O sea,
NADA.
zzzzzzzzzzzzz...
COMUNERO