Actualizado Viernes , 27-11-09 a las 17 : 55
Había llegado con apenas un hilo de vida. Golpes por todo el cuerpo y quemaduras de cigarrillo en la espalda fueron demasiado para la niña de tres años que murió la noche de este jueves en Tenerife.
Los esfuerzos del personal médico del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria fueron vanos, finalmente, para que subsistiera un cuerpo que había llegado ya tras sufrir dos paradas cardiorrespiratorias en un centro de salud de Arona, al sur de Tenerife.
Ya en el hospital de la capital tinerfeña, adonde fue trasladada el miércoles, tuvo que afrontar otras dos paradas cardiorrespiratorias, y la última de ellas la llevó a la muerte.
El principal sospechoso de los hechos, la pareja sentimental de su madre, declara en estos momentos en los juzgados de Arona.
Mientras tanto, su padre -que desde hace un mes no veía a la niña-, así como otros familiares, llegaron a la isla procedentes de Madrid poco antes de que se determinase su muerte. En el entorno familiar paterno se desconocía el paradero de su pequeña.
Fuentes de la investigación revelaron a ABC que no había constancia de malos tratos ni denuncia alguna ante las autoridades policiales de Tenerife que apareciecen como antecedentes durante el mes que llevaba la pareja residiendo en la localidad de Costa del Silencio.
Según declaró el acusado en un primer momento ante los agentes, la mujer trabaja en Santa Cruz de Tenerife y él era la persona encargada de cuidar a la pequeña.
La niña no sufrió abusos sexualesA pesar de las primeras informaciones, el Hospital Univeritario de la Candelaria ha comunicado a la Policía Local que la niña no sufrió abusos sexuales tal y como consta en el reconocimiento médico. El análisis, que sí certifica lesiones y quemaduras, ha descartado que la menor sufriera abusos tal y como se apuntó en los primeros momentos, aunque mañana se llevará a cabo la autopsia que certificará las causas de la muerte.
La niña no sufrió abusos sexualesA pesar de las primeras informaciones, el Hospital Univeritario de la Candelaria ha comunicado a la Policía Local que la niña no sufrió abusos sexuales tal y como consta en el reconocimiento médico. El análisis, que sí certifica lesiones y quemaduras, ha descartado que la menor sufriera abusos tal y como se apuntó en los primeros momentos, aunque mañana se llevará a cabo la autopsia que certificará las causas de la muerte.
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