En ocres y sienas se mece mi tierra
que inunda sus huertas de verdes tableros
y pone la vista en sus marineros
ebrios de azules, colmados de sierra.
Todo son recuerdos. La mente se aferra
a esa vega cristalina, los amigos,
a las fresas, las cerezas y a los higos,
"las Angustias" siempre reina, "los Favores",
o a las gitanas plazas llenas de flores
donde pasa el tiempo y no hay testigos.
Ahora, de regreso, soy la hoja de otoño
bamboleante, imperfecta, falta de ti,
colmada de hambre, con brillos de rubí
color del nuevo atardecer aún bisoño.
Viajo de vuelta con el sentir gazmoño
oculto entre libres copas de alamedas
y en arroyos de aguas claras cual veredas
de nuestras vidas y el sol de tu alma dentro
llenándome de pasión si aún te encuentro.
Siento el tiempo que perdí, amo el que queda.
¡Qué me guarda el porvenir!…impertinencia
de este dulce deambular que es mi regreso,
suave avanzar por colinas y confieso
otear verdes praderas en mi inconsciencia.
No llegó el tiempo aún de la abstinencia
pero atisbo en lontananza ya el desierto
que todo humano ha de pasar, y eso es cierto.
Reparación ha de ser de lo pecado
o quizá el mal de ojo de un desgraciado
que siempre hubiera deseado verme muerto.
Storm