Ojalá y Dios quiera...
Ojalá, que llueva esperanzas, y se inunde la tierra, con amor y magia, y me llegue al cuello y me empape la esencia, con bondad activa, de esa sin palabras, esa que actúa sin voz, solo dando el alma; ojalá que me llueva un mundo, del amor de Dios, y me remoje, y me transforme el alma en un verbo activo, que lo entrega todo, en silencio, sin media palabra.
Ojalá que mis ojos mojados, entremedio de un mundo, indolente y ciego siempre puedan ver con la luz del alma.
Ojalá que me llueva el deseo, ¡desde las entrañas! de DAR, sin espera de nada, solo por amor, entregando el alma.
Ojalá, que me llueva prudencia, y que calle a tiempo cuando mi palabra, no vierta amor, y solo lleve tintes de daga.
Ojalá que me llueva constancia, y no ser solo fechas, de calendario marcadas; ojalá y Dios quiera, que todos los días de mi existencia, sin ver más allá, solo por amor, en un mil por ciento, yo entregue en todo y por todo el alma.
Ojalá y Dios quiera, que nunca desvíe, de su senda mis pasos.
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