ALLÍ ESTABA, LO SÉ.
Y allí estaba, lo sé.
En aquella hora de aquella tarde de verano,
sentado a mi lado, mientras por la ventana
caía la luz infinitamente finita
matizándose a través de los cristales
y un escalofrío seco y profundo recorría mis venas
hasta el mismo centro de mis entrañas.
Allí estaba, lo sé.
Sentado a mi lado, impotente como yo,
con las alas abatidas, triste la mirada,
pero guiando mis pasos, guardando mi llanto,
acompañando con ternura mi mano,
que temblorosa la maleta llena de ropa cerraba.
Eran las seis de la tarde.
En un rincón de la estancia dos anillos de oro morían,
y en el aire, no sé de dónde,
llegaba el redoble negro y lento de un tambor
y unos brazos, los tuyos, mi ángel de la guarda,
abrazaban con fuerza mi alma.
Lo sé, sé que eras tú,
porque algo muy hermoso brillaba dulcemente en la noche,
que inexorable, dentro de mí se volcaba.
Ramón Pierrá
1992
pimer premio poesía
"X CERTAMEN DE POESÍA"AMICS DELS ÁNGELS"
2010 Barcelona