Cuando ayer te besé, te besé,
beso a beso,
aquí, allá, aquí, allá,
besos, besos,
muchos, por todos lados.
Manaron de mi boca a borbotones,
a chorros, inundándote.
Te besé tanto en apenas dos segundos
que te apabullé, me miraste y
me dijiste que era una pegajosa.
Me quedó el salobre
de tu piel pegado en los labios y
el olor de tus rincones
penetrado en mis narinas.
_MAREA_