NADA
¡Aaaay, AMOR!
¿Qué canción podría cantar
que te hiciera recordar
los momentos que vivimos?
¿Qué palabras puedo darte
que pudieran expresarte
sentimientos y miradas
tumbados a la orillita del río?
¿Qué colores pintarte?
¿Qué olores enviarte?
¿Qué escribir en un poema
que pudiera describir
lo que siento yo por ti
aunque tu no te des cuenta?
¿Cómo hablar y callar
en el preciso momento
cuando con solo un mirar
sabemos lo que los dos queremos?
Desearía que estuvieras
cerquita, cerquita,
aquí, a mi vera,
abrazándome muy fuerte,
musitando en mi oreja
aquella melodía vieja
que me hace recordarte.
Y soñar cerrando los ojos
que eres y serás mi antojo,
que te quise como a nadie
he querido nunca antes
y todavía pienso en tí.
Ya tus palabras se esfuman,
ya se pierden en la niebla,
como las gotas de una tormenta
que salpicando en los charcos
van tocando cuales teclas
de un piano los compases de su fin.
¡Qué locura,
qué manía,
qué ocurrencia la mía,
pensar que todavía me quieres
sabiendo que ya no eres
la mujer que yo conocí!
¡Qué cabeza,
qué bobada,
qué delirio de torpeza
llamarte AMOR,
cuando ya se acabó la pasión,
cuando ya no somos NADA!
COMUNERO