No sabes que tristeza dejaste,
ese día cualquiera que te fuiste
sin decirme por qué, ni adónde,
así sin más...no me diste más razones.
Que fui locura, que fue un sueño absurdo,
que en mí solo hallaste un refugio,
cada palabra fue una lanza, un puñal
y no te importó dejar esta alma herida.
Cuando en ti había encontrado todo,
convertiste la verdad en mentira,
bajaste los ojos, me diste la espalda
y evitándome buscaste otro camino.
Hasta ayer casi...hoy son meses
esperaba impaciente que vinieras,
que se encendiera la luz con tu nombre
y la felicidad de tenerte otra vez fuera.
Tan imposible como olvidarte es resignarme
a creer que tan poquito me quisiste,
que solo fui un paréntesis en tu vida,
me niego amor...totalmente me niego...
Aún busco dentro del corazón ese motivo
para no dejarte ir, para sentirte otro poco mío,
para no matar el recuerdo que tú eres,
y ese verso que de ti únicamente vive.
Aquí nuevamente cara a cara con la soledad
ya no tengo razones para seguir,
ya el amor cruzó definitivamente la acera
para qué amor seguir buscando motivos...
MARIA JOSÉ