EN CUEROS
Estoy mirando tu foto.
Sonríes igual que yo.
Casi cierras los ojos
y tu boca se estira y se estira
dejando aparecer una tira
de dientes más limpios
que la sábana de un fantasma en noche de otoño.
Estoy aquí,
mirando esa foto.
Tu cabeza apoyada contra mi hombro.
y yo, contento,
te miro de reojo.
Nunca salí bien en ninguna,
aunque en ésta que guardo,
la escondo como un tesoro.
Jjaja, ¿te acuerdas cuando le dije al fotero...
HÁGANOS UNA DÁNDONOS UN BESO?
Jajajaj, diosss, parecíamos dos patos,
jajaja, tu arrugabas el morro y yo...
yo te miraba por si me equivocaba
y en vez de besarte a tí,
le besaba al camarero, jajaja.
Me gustan las fotos.
Pero más me gustan ésas en las que estamos los dos.
Tu siempre guapísima, yo,
uff yo parezco un preso, jaja.
A medio afeitar,
con pelo desgreñado,...
por tu culpa, jaja,
siempre me lo tenías que peinar
y al final,
se encrespaba como las púas de un erizo
cuando no se quiere dejar acariciar
y vuelven otra vez, los pelos, a su sitio.
Jajaja, madre mía.
¿Sabes que te quiero?
Dios, ¡¡¡cómo te quiero, hija!!!
Porque no estás aquí, si no....
si no... si no le digo al fotero
que nos haga una foto
contigo y conmigo en cueros,
jajaja, aaaayyyyy, jajaja.
COMUNERO