EL SONIDO DEL AMOR
Fue un milagro el encontrarte.
Jajaj, si,
como el que se encuentra un billete
y piensa que no es de nadie.
Como el que sale de noche
y le siguen los zapatos.
Fue una suerte el cruzarnos
las miradas sin querer.
Las chispas hicieron arder
el fuego de nuestras manos.
Tu hablabas sin parar
yo quería echar a volar
y con mil estrellas hacerte un ramo.
Te reías, jaja,
y cuantas más veces lo hacías,
más ganas me entraban de abrazarte.
Y lo hice,
y lo hicimos.
Mariposas recorrían tu cuerpo,
por el mío, un torrente de suspiros
que quería entregarte.
Los dos allí, como dos locos rendidos
mirando a la luna dejamos
que siguiera su curso el destino.
Sin ataduras,
sin ambalajes.
Sin reglas ni convicciones.
Sin excusas ni razones.
Escuchando el sonido de la noche
como una caracola habla a los oídos.
Perdidos.
Perdidos.
Perdidos nos acordamos del tiempo transcurrido
y repasamos los sueños que tuvimos
y el sueño en el que estábamos
tu a mi lado en una nube y yo...
Yo, feliz volando contigo.
COMUNERO