TRATADO DE FANTASMOLOGÍA
(Por el prestigiosísimo Doctor Honoris Causa,
el eminentísimo Monsieur COMUNERO)
Joy por zé joy,
vamo a ablá delo fantamma.
Y zi tiene muxo mieo,
ya zaben,
un vacito de lexe
yala cama.
¿Empesamo?,
empesemo.
Zupongamo,
solo é un zuponé,
que cuando má tranquilo setamo
viniera a verno a vé
jun fantamma tan tranquilo
o no, oyó qué zé.
Joy emo venío aquí
a jablá de ezos bixo
que viten de branco
y que dan muxo mieo.
Ende luego
no vengan disiendo
que no le sabisé.
¡¡¡Ay mare,
zi yo ya mez toy cagando!!!
En fin, prozigamo.
Lo fantamma zon
uno tío que llevan zábana,
ze viten de branco
y tienen tré agujero:
Uno pa la boca
y disir uuuuhhh;
y do, pa lo zojo,
que zi nó, no ven.
¿Entendío?
Bien.
Ah,
ende po abajo,
zuelen llevá atá
una bola de yerro,
que yo creo,
a baze de invetigasione mía que jecho,
ze la pone zu mujé.
Eque lo fantamma zon mus curridiso
y jante de que te dé cuenta
japaresen o dezaparesen.
Clao, zuz mujere dirán:
¿A ónde zabrá jido éte?
¿A ónde etará?
Y po ezo lez ponen
la caena y la bola.
Y yastá.
Bien.
¿Prozeguimo?
Prozigamo.
Jay fantamma de too tipo y condisió,
uno viten de rico
y jotro de pobresicos,
zegún rango
o er parné que tuvieran.
Poque jay arguno que entoavía lo tié
escondío, er jodío,
como lo pirata de las novela.
Luego jay fantamma grasioso,
tristonsios y amorosios,
y zi lez damo conversasió
ze güerven cariñozos
y zon majos.
No confundí
con lo zombi
der Maique Yason, ok?
Ezo, zon ZOMBIESES, ¿vale?
Nozotro etamo jablando
de lo jotro,
lo fantamma de branco
¿Quea claro?
Po zezo.
COMUNERO