Buceaban.
Buceaban, y, al hacerlo, el hombre comprendía
en un instante por qué miles de años atrás algunos
seres supieron elegir entre el horror de vivir pegados
a la tierra o regresar a las cálidas aguas de ilimitados
oceános sin fondo, y el porqué del silencio; y el porqué
de ser libres allá donde aún no se habían inventado las
fronteras , y donde no existía otro camino ni sendero que
aquel que nace y muere delante y detrás de quien lo surca.
Buceaban.
Acariciaban los límites del tiempo; gateaban como niños
de pecho por donde los peces galopaban; "vivían" unos
minutos una vida prestada, y se adentraban, con sus pesadas
cargas a la espalda, en un cielo invertido del que sabían que
muy pronto serían expulsados.
...
Esto es un fragmento del libro que estoy leyendo estos días,
consideré que es una muy buena reflexión sobre la existencia del
ser humano sobre la tierra, y de lo apacible que sería, si tuviera la
opción, obviamente, de elegir hacerlo en la profundidad del mar.
El autor es el que nombro en el título del mensaje.
_MAREA_