ME VISTES
Te contemplo en silencio
avergonzada de mostrarte
tal y como eres por fuera
y por dentro yo, dibujo
en mi mente, cada línea
cada poro,
cada curva de tu cuerpo.
El vestido que colgaba
de tus hombros en auxilio
se dejó llevar por mis dedos
entre besos y suspiros
hasta el suelo.
Y miro tus pies,
tus manos,
tu cuello,
tu pelo alborotado alrededor de tu frente
y, despacio, muy despacio,
saboreo cada palmo
con milimétrica exactitud,
memorizando todo:
el cuarto,
la luz,
el espejo del baño,
el armario, la sombra que proyectamos
tu vestido por el suelo,
arrugado
y tu.
Como el resultado
de una suma imposible
donde la incógnita actúa
de la noche hasta que amanece
y sin despejarse al día siguente
vuelve a aparecer de otra manera.
Tu.
Mirándome.
Sentados en la cama.
Encogidos los pies.
Sonríes.
¿Qué?
Ven.
Me besas.
Te beso.
Acaricias mis orejas
y me dices en secreto:
TE QUIERO,
MUAK, MMMMUAAAK.
MUUAAK, MMMUUAAK,
AAAAAUUUMMMFFFMMMMUUAAAAKKK.
MMMUAK,
Yo también.
COMUNERO