Madre tierra, tú eres nuestro sustento, nuestro hogar y
nuestra vida. De niños sentimos el gozo de ser uno contigo,
admiramos tu belleza y tus criaturas y todo es bello, todo es
un precioso campo de juegos para explorar y divertirnos.
En silencio observas como crecemos, y al crecer nos vamos
olvidando y alejando de ti, y como toda madre sufres en silencio
nuestro abandono y nuestro olvido. En silencio aguardas el
momento en que hemos de regresar a ti y con amor nos acoges
de nuevo en tu sagrado seno.
Madre tierra, ya me cansé de olvidarte, cuando veo el verdor
de tus bosques,el alegre vuelo de los pájaros con su dulce trinar,
el retozo de tus criaturas, siento una gran nostalgia dentro de mí,
y ni siquiera quiero imaginarme un futuro sin ti.
Madre tierra, ya me cansé de tener miedo. Quiero volver
a mi niñez y de nuevo jugar contigo, crear nuevos sueños,
vivir nuevas aventuras y ver el mundo hermoso en el que
solía vivir.
No quiero imaginar un mundo de tristeza y soledad sin ti.
Tu hija.
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