EL ÚLTIMO TRUCO
Me olvidé de tí,
cuando tu me olvidaste.
Y sembré en el camino,
un incierto destino
por el que nunca podría volver.
Retomé mi vida,
tan triste y tan fría
que ya me daba asco
antes de comenzar.
Y empecé a recordar
los días y las noches,
aquellas palabras
y aquellos amores
que la cabeza me hacían perder.
Me acordé de tí,
de esos besos y esas caricias
Puse el disco de las canciones antiguas
y los fantasmas volvieron a revivir.
Sonreían a mi alrededor,
y daban vueltas sin parar.
Era como una fiesta
donde todo el mundo se lo pasaba bien,
menos yo.
Y, de repente,
se hizo el silencio,
las luces de la sala
se encendieron.
No había nadie.
Ni fantasmas,
ni sonidos,
ni tus risas,
ni ese perfume fresco
alrededor mío.
Me quedé vacío.
Fue como un frío viento
que soplando entrara,
cambiando el Verano, por Invierno.
Fue una bocanada de gritos
que mandara a la mierda
aquello tan bonito.
Y sin reyes,
sin juguetes,
sin regalos de cumpleaños,
sin tesoros de pirata,
ni catalejos, ni espadas,
como un niño sin cariño,
busqué en la chistera del mago
una paloma o un conejo,
una ilusión, un "algo".
Pero la ilusión se marchó
dejó paso a la resignación
y los sueños que los dos tuvimos
volvieron por sus antiguos caminos.
La magia se pintó la cara de realidad,
mi amor echó cadenas a la felicidad.
La oscuridad vendó mis ojos
colgando mil cerrojos
y sin saber a qué carta jugar.
COMUNERO