LA ROCA
A veces te extraño.
Y siento que los momentos
que hemos pasado
se van volando con el viento
lejos de mi,
de mis dedos de anciano.
Porque aunque no te lo creas,
pienso que ya soy viejo.
Que mi cara, mis ojos,
mis arrugas desde la nariz a los labios
se están haciendo
cada vez más pronunciadas.
Y creo que me estoy volviendo
un cabezota de esos que no dan el brazo a torcer.
De los que siempre miran detrás de las palabras
como si se guardara algo .
Y me acuerdo de las conversaciones que teníamos.
Yo no sospechaba nunca de ti.
¿Y tu? ¿Dudabas acaso?
Siempre intenté alegrarte,
aunque yo lo pasara peor.
Pero no se puede disimular siempre,
y como ya sabemos cómo soys vosotras,
enseguida descubrís al mentiroso.
Pero, aún así,
echo en falta las conversaciones que teníamos,
los sueños que nos contábamos,
las risas, las penas,
aquel olor a tabaco que impregnaba
la habitación ...
Tus dotes de magia para alejar los malos espíritus.
¡¡¡Aaaaaaahhhh... qué recuerdos!!!
Y todavía tu, sigues en tus trece.
COMUNERO