¿DÓNDE ESTÁ MI FANTASMA?
Eres tan joven
y tan inocente,
que me da miedo mirarte,
sentirte,
tocarte.
Es como si en tu alma cristalina
mi reflejo la fuera a turbiar,
como si de un soplido
te fueras a marchar volando
y ... volando tu sonrisa, tus palabras, tu mirar.
Y me quedo pensativo,
qué hago,
cómo te puedo llamar,
si no puedo estar contigo
ni tu conmigo, qué plan.
¿Y si me hago amigo
de algún fantasma errante
que quiera por casualidad
consolarme
y escuche este quejido?
Siiiii, lo haré.
Lo voy a hacer.
Ya mismo me pongo a buscar.
Rezaré a las estrellas
que, seguro, alguna de ellas
lo va a encontrar.
Y ese fantasma será mi correo,
el que te llame cuando estés lejos,
el que te diga que te echo de menos,
el que me consuele cada vez que le llame
y me cuente lo que haces cuando no te veo.
Jajaja, aah ya sé,
le diré que te sople
que te revuele el pelo y te haga cerrar los ojos
y que sueñes como yo ahora
acariciándote las yemas de los dedos
tan suave y tan dulce
que no sepas si es de día o de noche...
Ayyyy, no sé, no sé.
Eres tan joven,
y yo tan viejo...
que prefiero mirar las estrellas,
escribir poemas
y soñar que un día
cuando ya no esté, los vas a leer
y le darás a mi fantasma
tus besos.
COMUNERO