La soya es una excelente fuente de proteínas, grasas insaturadas, glúcidos y hierro. Contiene fitoestrógenos que ayudan a regular el equilibrio hormonal de la mujer y que se presume previenen contra el cáncer de mama, la osteoporosis y otras molestias propias de la menopausia. También favorece la reducción de los niveles de colesterol malo en la sangre lo que repercute en la buena salud cardiovascular.
Esta legumbre tiene innumerables subproductos. Uno de los más familiares es la salsa de soya que no es otra cosa que un extracto de porotos de soya fermentados y que, según su calidad, se le clasifica como delgada, gruesa o pesada. Unas pocas gotas bastan para obtener preparaciones magistrales en aderezos y marinadas, con carnes rojas, aves y pescados, con vegetales salteados y en ensaladas.