Moler finas las bayas de enebro, la pimienta rosa, la pimienta de jamaica y la sal. Mezclar con el azúcar moreno Poner los solomillos, por la noche, en un recipiente de cristal y cubrir con vino Rosado. Disolver las 3 cucharadas de la mezcla en un poco de vino, y añadirlo a los solomillos. Tapar con plástico transparente y meter en la nevera. Escurrir los solomillos y reservar el marinado. Poner una sartén a calentar con 2 cucharadas de aceite de oliva. Pasar los solomillos por harina y salpimentar al gusto, y cuando el aceite este caliente, dorarlos ligeramente. Retirar los solomillos y reservar calientes en una cazuela. Picar finamente los ajos y la cebolla y dorarlos a fuego bajo en el aceite donde hemos dorado los solomillos. Cuando este dorado echarlo en la cazuela junto con los solomillos. Añadir el marinado, y si hiciera falta añadir mas vino Rosado, deben de quedar los solomillos cubiertos de vino. Poner a cocer. Cuando comience a hervir bajar el fuego y dejarlos cocer durante 20 minutos a fuego bajo. No tapar. A los 20 minutos retirar los solomillos y dejar enfriar. Subir el fuego y reducir la marinada a la mitad. En la misma cazuela pasar la batidora hasta que se quede líquido. Añadir el brick de nata poco a poco y dar vueltas con una cuchara de madera y a fuego bajo hasta que espese. Mantener caliente al baño María. Cortar los solomillos en rodajas cuando estén fríos. Cubrir el plato con la salsa y añadir el solomillo. Servir con lombarda cocida y salteada y compota de manzana a la canela.