Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador… Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:1, 5.
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto. Juan 15:8.
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