¡Hombre,necesitas ser libre!

     ENFRENTANDO LA VERDAD

Hay algo que tu necesitas entender y si no entiendes esto, no vas a poder fluir como Dios quiere que tu fluyas, volvamos a la introducción y recordemos las palabras del Obispo T. D. Jake en su libro “Hombre eres Libre” cuando nos dice que a veces por nuestra condición,  ocultamos cosas que no queremos que la gente conozca por la posición que ocupamos y en la  que estamos ubicados dentro del reino, pero si no somos transparentes delante de Dios y delante de los hombres, si no asumimos con responsabilidad la parte oculta de nuestra personalidad, esa que no queremos que nadie sepa y Dios conoce porque Dios sabe y  escudriña nuestros corazones, sencillamente nunca podremos  llegar a ser buenos cristianos y  nunca podremos llegar a ser  buenos lideres.

La Biblia dice que somos como lumbreras y las lumbreras son para eliminar la oscuridad y que venga la luz, si entendemos esto tenemos que darnos cuenta que tenemos que asumir una responsabilidad con Dios con  uno mismo y con las personas que nos rodean.

A veces no queremos que la gente sepa que está pasando en nuestros hogares, a veces no queremos que la gente sepa los problemas de nuestro matrimonio, las dificultades que enfrentamos con nuestros hijos y vivimos un matrimonio que es una falsedad,  es solamente apariencias delante de las personas y cuando se apagan las luces en la noche, la esposa va hacia una cama y el marido hacia la otra, y ahí están los hijos mirando esa desunión pero sobre todo esta Dios mirando esa desunión, y nos levantamos en la mañana con una sonrisa en los labios y a veces nos damos hasta un beso  como si hubiéramos dormido abrazados toda la noche cuando hay una separación que es como un hielo, como un abismo entre nosotros.

Aceptamos la mentira del infierno y hasta nos parece cómodo vivir así, nos adaptamos a esto y aclimatamos nuestra mente:

Bueno,………….. Al menos todo esta tranquilo, no discutimos, vivimos en cierta armonía y lo más importante la gente no sospecha que pasa y podemos seguir manteniendo nuestra posición dentro del ministerio.

Acaso no sabes que estás fabricando una bomba de tiempo que un día se le acaba la mecha y llega la llama al mecanismo de explosión y las consecuencias serán devastadoras.

El apóstol Pablo nos alerta sobre esto cuando nos dice que no se separe el matrimonio al no ser por causa de oración (de mutuo acuerdo) no sea que den lugar al diablo.

Cuando un matrimonio deja de tener relaciones intimas a causa de un problema no resuelto, esto se convierte en algo a lo cual nos acostumbramos y entonces en medio de esa separación viene a habitar alguien; Satanás, el se mete en medio de los dos y comienza a coquetear con ambos, con sus mentes, con sus deseos y pasiones, hasta que lleva a uno de los dos a lo inevitable, el pecado; y una vez consumado ese pecado va delante de Dios con el dedo acusador:

Tú dijiste en tu palabra que el adulterio es pecado de muerte: ¿Qué vas a hacer ahora con estos?

El diablo es repetitivo, usa la misma táctica que en el jardín del Edén, debilita el pensamiento y nos pone a contender directamente a nosotros con Dios.