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Salvado a la undécima hora el Devocional Hablado
¿Qué pensar de una conversión de última hora? La Biblia da un ejemplo de tal conversión para mostrar que esto es posible; pero sólo uno, porque no es común y no debe servir de excusa a nadie para postergar su decisión.
Se trata de la conversión de uno de los dos malhechores crucificados con Jesús. Al principio, juntamente con su compañero, insultaba a Jesús (Mateo 27:44), pero luego se convirtió y defendió al Señor. Fue un cambio rápido, pero profundo y completo. Hasta se pueden tomar sus palabras como ejemplo para mostrar las etapas de una conversión sincera (Lucas 23:39-43):
1. Muestra respeto hacia Dios, porque reprende a su compañero, diciendo: “¿Ni aun temes tú a Dios?” (v. 40).
2. Declara su culpabilidad: “Recibimos lo que merecieron nuestros hechos” (v. 41).
3. Afirma que Jesús es inocente de los crímenes de los que se le acusa, que es totalmente justo, y agrega: “Éste ningún mal hizo”.
4. Pide ayuda al Señor y confía en él, exclamando: “Acuérdate de mí”.
5. Cree que Jesús es el Señor, que va a resucitar y que volverá; por eso le dice: “Cuando vengas en tu reino”.
La respuesta del Señor supera sus esperanzas: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. El malhechor esperaba una salvación futura, pero Jesús le prometió llevárselo ese mismo día. Tal es la suerte de aquellos que dejan esta tierra habiendo puesto su confianza en Jesús.
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