Dios nos habla de muchas formas, pero a veces parecería que nos habla más fuertemente y es entonces cuando recordamos más la oportunidad en la que Dios nos hablo. Por ejemplo: cuando nos convertimos al cristianismo, Dios nos habló de una forma muy especial y empezamos en este maravilloso camino del evangelio de Dios; pero pasa el tiempo y aunque El nos sigue hablando constantemente; de pronto nos vuelve hablar pero para hacernos determinados llamamientos a Su obra en los cuales, debemos atender Su voz porque si hemos sido llamados por El; debemos saber que Dios tiene un perfecto plan para el desarrollo de los diferentes ministerios. Pero entonces pasan los años y cuando volvemos la vista para ver todo el camino que hemos recorrido y todas las bendiciones que El nos ha permitido, llega el momento en el que parecería como si desempolváramos ciertos rudimentos y volvemos a obtener una enseñanza más profunda, pro simple que se pueda ver, como lo es el verdadero ayuno.
¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo? (Isaías 58:6 BJ)
Podemos decir que en determinado momento, hubo un grupo de personas que estaban buscando un perfecto ayuno, le presentaron varios ayunos a Dios para ver con cuál El se complacería, porque cada ayuno era diferente; abstenerse de comer diferentes cosas o abstenerse de realizar ciertas actividades; porque muchos buscan agradar el corazón de Dios, fustigando su propio cuerpo y con eso creen que tienen el derecho a recibir lo que están pidiéndole a Dios. La misericordia de Dios es la que hace que podamos buscar a Dios y que al final podamos obtener lo que nuestro corazón desea y no es el efecto de algún castigo que nosotros nos hayamos impuesto. Sin embargo, también existen diferentes vías de acceso para obtener el beneficio que estemos buscando; por ejemplo: un problema puede ser misericordia de Dios para que lo busquemos a El, y que nos evitemos más problemas que en algún momento podrían ser eternos. Pero volviendo al punto del ayuno; muchas personas lo que hacen es hacer penitencias y hacen largas caminatas por varios kilómetros, y piensan que con eso pueden lograr el favor de Dios, pero más que favor, como si fuera una obligación de Dios responder ante una penitencia; porque piensan que entre más se castigan el cuerpo, se adquiere más derecho de recibir su petición. Pero en realidad, ¿qué podría obtener Dios con que al final nos ganemos una gastritis por hacer huelga de hambre?, no es que estemos en contra del ayuno, porque al final de cuentas con un ayuno podríamos debilitar el cuerpo y quizá podamos tener una mayor fluidez en oración; quizá eso se podría alcanzar; pero de hacer un ayuno, a que Dios tenga la obligación de hacer lo que le pedimos; hay mucha diferencia porque Dios no es el genio de ninguna lámpara; El es Dios y seguirá siendo Dios Todopoderoso.
Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios. (Oseas 9:8 RV 1960)
El ministerio profético es una bendición, es más; necesitamos el ministerio profético, pero debemos saber para qué necesitamos ese ministerio: al igual que los otros 4 ministerios, lo necesitamos para capacitar o equipar a los santos para la obra del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo; entonces la principal tarea de los 5 ministerios es capacitar; de otra manera, si alguien acude a un profeta para que le profetice sobre algo que le gustaría escuchar; lo que puede lograr es que lo aten a lo que el profeta quiera, para su propio beneficio; con eso tampoco estamos diciendo que debemos desechar las profecías, pero sí debemos discernirlas adecuadamente porque la profecía no es para guiarnos, el que nos guía es el Espíritu Santo. Debemos tener sumo cuidado con las profecías porque si su efecto es desviar al pueblo, puede devastar muchas vidas.
No hagas alianza con los habitantes del país donde vas a entrar, porque sería un lazo para ti. (Éxodo 34:12 NBE)
El país a donde vamos entrar es Canaán, y debemos cuidarnos de no estar en comunión con quien no debemos hacer alianzas. Lamentablemente hoy día, Hollywood sigue avanzando con sus producciones cinematográficas y mucha juventud se está yendo detrás de ese fanatismo, principalmente cuando se trata del vampirismo; siendo esto, una señal más de los tiempos finales:
Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:37-39 LBLA)
A lo que se refiere cuando dice: comiendo y bebiendo; es comer y beber carne humana y sangre. El problema es que Hollywood le está vendiendo la idea a la humanidad que todo eso es normal, para cuando aparezca el anticristo con sus instrucciones y sus ideas, no lo rechacen en nada. Debemos cuidarnos de no hacer alianzas con quien no están caminando rectamente delante de Dios, porque es muy sutil el engaño de las tinieblas. Es por eso que debemos ser definidos por Cristo y que nada nos desvíe, porque El lo dio todo por nosotros y lo menos que podemos hacer es responderle de la misma forma.
Las esculturas de sus dioses quemarás a fuego; no codiciarás la plata o el oro que las recubren, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al SEÑOR tu Dios. (Deuteronomio 7:25 LBLA)
Debemos tener mucho cuidado con lo que podamos tener acumulado en nuestra casa y que de alguna manera pueda significar idolatría porque detrás de cada ídolo, existe un demonio y por eso es que a veces, se sienten vibraciones muy extrañas cuando se pasa cerca de ciertos lugares, aun dentro de nuestro hogar, porque podría ser que hayan demonios que estén manipulando a más de algún miembro en nuestra familia.
Es necesario comprender la importancia de ser desatados de lazos de maldad porque el tiempo es final y no podemos retrasarnos por el simple hecho de no querer estar prestos a que sean rotos lazos de las tinieblas. Nuestro Señor Jesucristo viene pronto por una Iglesia libre y no por una Iglesia que no le de la importancia a la libertad que podamos hallar en Cristo. Debemos estar atados pero al yugo de Cristo, es la mejor atadura que podemos tener porque no se trata de que andemos en libertinaje, sino, sujetos a Cristo por medio de sus ministros.