Dos cosas te he demandado… Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riqueza; manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es el Señor? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. Proverbios 30:7-9.
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