Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

ALLA VAMOS PAMELI
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 * * * * ♥ * * * * 
 General 
 ADMINISTRACION DEL GRUPO 
 ♥ Mensajes Diarios ♥ 
 * * * * ♥ * * * * 
 Las Promesas de Dios 
 LA PROMESA DE HOY 
 LA BIBLIA 
 * * * * ♥ * * * * 
 SHOLE..."LLamada para bendecirte" 
 Fondos / Sra SARA... 
 Yoly / DETALLITOS CRISTIANOS 
 * * * * ♥ * * * * 
 
 
  Herramientas
 
DEVOCIONA: UNA AYUDA INESPERADA...
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: La Morocha arg4  (Mensaje original) Enviado: 09/08/2010 17:01

(Los ángeles) ¿No son todos espíritus ministradores,
enviados para servicio a favor
de los que serán herederos de la salvación?

Hebreos 1:14.


 


Una Ayuda Inesperada
para ESCUCHAR ...haga clic aquí...

        En el aeropuerto de un país opuesto al Evangelio estábamos inquietos. Al contrario de las de los demás viajeros, nuestras valijas estaban casi vacías. Las Biblias que las llenaban a la ida habían sido dejadas a los amigos que visitamos. Si nos pedían que abriésemos nuestro equipaje, corríamos el riesgo de que descubrieran que no éramos turistas corrientes, quienes habitualmente traen todos los recuerdos que pueden, y podrían hacernos preguntas muy comprometedoras. Pero, ¿estábamos dispuestos a sufrir como nuestros hermanos perseguidos?

       Al facturar, con nuestros formularios en la mano, oramos al Señor. Entonces apareció un hombre vestido como alguien del país, muy tranquilo y lleno de autoridad.–¿De dónde vienen ustedes y adónde van? Contestamos a lo que se nos preguntó.

       –Síganme, dijo él, y mirando nuestros formularios que aún estaban sin rellenar, agregó: –No los van a necesitar. Estupefactos, lo seguimos. Atravesamos la zona de seguridad donde se registran las maletas, pasamos al lado de un detector de metales, luego un soldado nos tomó las tarjetas de embarque. Parecía como si no nos vieran.

       –No se detengan, nos dijo nuestro guía. Casi sin darnos cuenta nos hallamos listos para embarcar. ¡El hombre que nos ayudó desapareció! Nuestros corazones rebosaban de alegría y agradecimiento. Aún hoy, Dios hace milagros a favor de todos aquellos que confían en él.



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados