La importancia de saber usar correctamente una herramienta

Actualmente estamos viviendo en una zona rural, rodeados de campesinos dedicados a la ganadería (producción de leche) y lo que me ha llamado mucho la atención, es la forma como trabajan.
Son familias en dónde sólo trabaja una o a lo máximo dos personas. Además del cuidado del ganado (ordeñar, asistir a las vacas en sus pariciones, alimentación, limpieza y mantención de los establos, etc.), se preocupan también de la producción del alimento para los animales. Se les ve abonando la tierra, arando, sembrando, cosechando, limpiando y llenando los silos, etc., etc.
Todo esto, como digo antes, lo realiza una o máximo dos personas. Ellos organizan su trabajo de tal forma, que incluso les sobra tiempo para su familia, asistir a eventos sociales y también para asistir a la iglesia ( la mayoría son católicos), el domingo por la mañana.

¿Cómo lo logran? Es una buena pregunta. Como ya he mencionado, son súper organizados, metódicos y siempre con la solución correcta cuando son enfrentados con situaciones adversas. Por ejemplo, climáticas o de infraestructura.
Para poder llevar este ritmo, ellos cuentan con herramientas de un alto nivel técnico. Generalmente uno o dos tractores, más los accesorios necesarios (arados, trilladoras, etc.), sumado al conocimiento adquirido, son la base para el éxito de su trabajo.
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Un campesino con herramientas adecuadas pero sin el adecuado conocimiento, si no sabe cómo y cuando usarlas, viviría en un caos.
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En mi servicio a Dios como consejero, discipulador, moderador de foro en el portal iglesialatina.org y junto con mi esposa responsables del ministerio de matrimonios de nuestra iglesia, me he dado cuenta que muchos, inclusive yo mismo, teniendo la más moderna herramienta para maestrear nuestra vida, fracasamos por no saber usarla.

La Palabra de Dios (Biblia) con sus más de 3.500 años, es esa herramienta moderna a la cual me refiero. ¿Cómo puede ser algo que tiene esa cantidad de años moderno?
Bueno, la misma Biblia lo responde:

Mateo 24:35 “El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.”

2ª Timoteo 3.16 “Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir.”

Salmo19:7 “La ley de Jehová es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes.”

2ª Pedro 1:19 “Por eso estoy completamente seguro de que el mensaje de Dios que anunciaron los profetas es la verdad. Por favor, préstenle atención a ese mensaje, pues les dirá cómo vivir hasta el día en que Cristo vuelva y cambie sus vidas.”

De acuerdo al ejemplo con el cual comencé, La Biblia es el tractor con todos sus accesorios necesarios para, primero “labrar” nuestra vida y segundo para enseñarnos a usarla.

Hebreos 4:12 Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La Palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.

Cada uno de nosotros es el “campesino” que necesita saber cómo utilizar esta preciosa herramienta.
Algunos la tienen (Biblia) como amuleto, abierta en el Salmo 23 (El Señor es mi Pastor) o en Efesios 6 (La armadura del cristiano) sobre el velador al lado de la cama, a tal punto que esas hojas expuestas ya están amarillentas y manchadas en relación a las otras que nunca se han abierto.
Otros, el sábado por la noche o domingo por la mañana la sacan del armario para limpiarle el polvo acumulado de la semana y llevarla a pasear al culto (reunión) dominical.

Para qué hablar de aquellos que además de no leerla, la llevan escondida en un bolso para que los vecinos no se enteren que son cristianos evangélicos. Por lo demás, nunca he visto a un católico o alguien de otra religión llevar sus libros religiosos escondidos.

¿Qué me dicen de aquellos “cristianos” emocionales que según ellos se dejan guiar por el “espíritu”, pero que nunca leen la Biblia y que a cada llamado que hace el pastor o el evangelista pasan al frente, que el amén lo tienen a flor de labios, lo expresan por inercia y muchas veces en situaciones que no corresponde?, ó ¿de los muchos que opinan “allí donde más se grita es dónde más se mueve el espíritu”?
Son personas inestables, que no han aprendido a enfrentar la vida con la solidez de La Palabra de Dios. Pregúntele, cinco minutos de terminada la reunión, so bre el tema de la predicación. Por lo general: ¡NO LO RECUERDAN!

Amigos, LA BIBLIA es una herramienta que se aprende a usarla viviéndola. Una vez en consejería alguien me preguntó lo siguiente: ¿Cómo puedo aprender a confiar en Dios? La respuesta que le dí fue la siguiente: “mientras no decidas comenzar a confiar en él, nunca lo aprenderás”. Otra persona le reclama a Dios por no darle sabiduría para memorizar enseñanzas bíblicas, pues su deseo es servirle. “Jesús no nos llamó a predicar (evangelizar) con textos memorizados, sino con el ejemplo. Vive Biblia y serás de bendición”, fue la respuesta que le transmití. No importa que no seas hábil en memorizar. Si lo vives, el Espíritu Santo te lo recordará cuando sea necesario.

Juan 14:26 “ El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado.”

De acuerdo a las pa labras de Jesús, es el Espíritu Santo quien nos enseña a usar correctamente la Palabra de Dios y a vivir de acuerdo a ella. El resultado de ello, es una persona equilibrada en su relación con Dios, en sus afectos, emociones y también en la forma personal de vivir y de vivir con los demás, pues esta “herramienta” es capaz de ayudarnos integralmente.

Gálatas 5:22-26 “ En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto.
Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.
Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo.
No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás, creyendo que somos mejores que ellos. ”

Si tu deseo es ser bendecido y también ser de bendición para otros, no busques herramientas alternativas para lograrlo. Busca, usa y familiarízate con la original; LA BIBLIA.
Decide conocerla y descubre la riqueza de su poder. Déjate usar y transformar por ella. Para la Gloria de Dios y el engrandecimiento de Su Reino.

Mateo 9:37 “ Jesús les dijo a sus discípulos: "Muchos son los que necesitan entrar al reino de Dios, pero hay muy pocos discípulos (capacitados) para anunciarles las buenas noticias. ”

Todas las citas bíblicas versión Biblia Lenguaje Sencillo (BLS)

Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina