"Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores"  1Timoteo 6:10.

¿Qué piensa acerca del dinero? Esa es la cuestión hoy. Algunas personas piensan que es malo, otras que tener mucho es pecado.

Miremos un poquito Timoteo 6:10. Dice que la raíz de todos los males es el amor. ¿Entendió bien? El amor al dinero, no el dinero. El que ama al dinero siempre quiere tener más y más, pero lo pone en primer lugar sobre todas las cosas. Eso es avaricia y no tiene nada que ver con el asunto de tener o no tener.

Usted cómo hijo de Dios tiene que renovar su manera de pensar y sacar todo lo que no tenga que ver con la riqueza genuina de parte de Dios. hay que recibir la Palabra para arrancar todo lo contaminante cómo la avaricia y la codicia.

Nosotros desde el corazón vamos a ver riquezas, no sólo emocionales y espirituales sino también financieras. Pero tiene que empezar a manifestar lo que hay dentro de su vida. hay cosas que ya están en su vida cómo una cosa sembrada, que no es en realidad pero que lo va a ser. Ud. va a tener lo que necesita para revelar un sueño de Dios. Su familia tiene derecho a vivir con dignidad y bendición, y tiene derecho a aprender los principios que los van a llevar a vivir en abundancia. Debe vaciar de su mente  toda influencia de avaricia y codicia. Tenga cuidado con lo que ve y oye a diario porque las malas influencias lo pueden llevar a un mal destino. Un destino incorrecto que no es el que Dios preparó para ud.. Por eso le repito que es muy necesario vaciar a diario nuestra mente con la palabra de Dios. Ella le va a mostrar cuáles son las bendiciones que Dios preparó para su vida y la de su familia.

Comience hoy atener una buena relación con el dinero, dele luga que le corresponda y sepa ser generoso le trarerá cosecha en abundancia. Y no olvide que siempre el primer lugar lo tiene Dios (Malaquías 3:10). Ser obediente en lo que le manda Dios le abrirá los cielos y caminara en sobreabundancia.

Oración: Padre, hoy decido caminar bajo los cielos abiertos. Será obediente y cumpliré en lo que mandas en tu Palabra. Te daré el primer lugar. No dejaré que la avaricia y la codicia me aparte de tu prpósito. Lo creo y lo declaro, en el nombre de Jesús, amén.