Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos… Salva, Señor. Salmo 20:8-9.
Había allí una mujer que… andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Lucas 13:11-13.
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