La belleza me rodea. En la naturaleza veo colores gloriosos, vida infinita expresada de miles de formas: en la tierra, en el agua y en el aire. Oigo el cantar de los pájaros y disfruto de las flores que se abren. Me maravillo de las creaciones humanas, admirando la visión, el talento y el poder de llevar las ideas a su realización.
Celebro la belleza y la fortaleza del espíritu humano, así como el espíritu divino que da poder a todas las personas para cuidar al que sufre, ofrecer una palabra de aliento a quien enfrenta desafío, brindar esperanza a quienes sienten que su fe ha menguado. Dios es la fuente de toda la belleza y la bondad. Cuando pienso en todas las formas en las que Dios se expresa, quedo maravillado.