Un pequeño muchachito estaba contándole a su abuelita cuan mal iba "todo": la escuela, los amiguitos, problemas de salud, etc.
Mientras tanto la abuela estaba horneando un pastel.
Entonces ella le preguntó a su nietecito si deseaba un bocado de algo,
a lo que por supuesto él aceptó de inmediato. Sírvete un poco de harina
- le dijo la abuela. ¡Uacala abuelita! -contestó el niño.
¿Entonces
que te parece servirte un par de huevos crudos? "¡Ni loco! ¡Que feo!"
"¿Entonces tal vez te gustaría probar un poco de aceite de cocina o de
polvo de hornear?" "Abuelita, que te pasa. Todo eso es ¡Uacala!" A lo
que la abuelita respondió: "En verdad, todas estas cosas se ven muy mal
por sí solas.
Pero cuando todas ellas son mezcladas de manera correcta, de ellas nace un pastel delicioso.
Dios
trabaja de la misma manera. Muchas veces nos preguntamos por qué Él
permite que pasemos por momentos y circunstancias tan malos.
Pero Dios sabe que ordenando todas estas cosas a Su manera perfecta,
¡éstas siempre obran para nuestro bien! Solamente tenemos que confiar
en Él y, en su momento, las cosas malas que nos pasan se convertirán en
algo maravilloso.!
A los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es a los que conforme a Su proposito han sido
llamados. Romanos 8:28.