CUIDADO
CON LOS RECUERDOS...
Llego
a Madrid a las ocho de la mañana. Me voy a quedar apenas algunas horas, no
tiene sentido telefonear a los amigos o arreglar algún encuentro. Resuelvo
caminar solo por lugares que me gustan y termino fumando un cigarrillo en un
banco del parque Retiro.
-Usted
parece que no está aquí –me dijo un anciano, sentándose a mi lado.
-Estoy
aquí –respondo. –Sólo que doce años atrás, en 1986. Sentado en este
mismo banco con un amigo pintor, Anastasio Ranchal. Los dos estamos mirando a mi
mujer, Christina, que bebió más de la cuenta y hace como que baila flamenco.
-Aproveche
–dijo el anciano. –Pero no se olvide de que el recuerdo es como la sal: en
la cantidad adecuada le da sabor a la comida; pero si se exagera, estropea el
alimento. Quien vive demasiado en el pasado, gasta su presente en recordar.
Paulo
Coelho