Los resultados de la investigación encargada por la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, en inglés) aseguran que al 1,9 por ciento de los ex futbolistas entre 30 y 49 años le han diagnosticado enfermedades neurodegenerativas, una cifra 19 veces mayor a la media en EE.UU. en ese mismo grupo de población (0,1 por ciento).
El estudio, que fue distribuido entre los responsables de la NFL este mes y a cuyo resumen ha tenido acceso el diario neoyorquino, indica además que el 6,1 por ciento de los ex jugadores mayores de 50 años padecen ese tipo de enfermedad, cinco veces más que entre el resto de población de esa misma edad (1,2 por ciento).
La NFL ha negado siempre, según el diario, la existencia de datos fidedignos que relacionaran la práctica del fútbol americano, un deporte duro en el que los golpes en la cabeza suelen estar presentes en cada partido, con la presencia de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el mal de Alzheimer.
Desde la liga de fútbol, sin embargo, aseguraron que el estudio se condujo mediante llamadas telefónicas a ex jugadores y explicaron que, pese a sus resultados, "hay miles de jugadores retirados que no tienen problemas de memoria", según explicó el portavoz de la NFL, Greg Aiello, al Times.
"Los trastornos de la memoria afectan a muchas personas que jamás han jugado al fútbol americano u otros deportes. Estamos tratando de entender los resultados de la muestra ya que se corresponde con nuestros jugadores retirados", explicó Aiello.
El doctor Ira Casson, uno de los responsables del equipo médico de la NFL, explicó al diario que la conclusión de ese estudio encargado por la propia liga es que se necesitan "más estudios para saber si esos resultados son ciertos o no".
El Times recordó, sin embargo, que en los últimos años se ha prestado especial atención a los efectos de las lesiones cerebrales que algunos futbolistas han podido sufrir tras recibir contusiones en los partidos que muchas veces pueden pasar inadvertidas y no reciben tratamiento alguno.
"La NFL siempre dice que va a llevar a cabo sus propios estudios y ahora lo ha hecho. La pelota está en su campo", dijo al diario el director del Departamento de Neurocirugía de la U. de Virginia Occidental, Julian Bailes, quien hace cuatro años realizó una investigación que arrojó resultados muy parecidos a los de ahora.
El ex jugador de los Cardinals de Arizona Sean Morey, quien ha defendido en varias ocasiones este tipo de investigaciones, aseguró en declaraciones a The New York Times que esos estudios son necesarios para evitar que "el jugador de instituto muera en el terreno de juego porque ignoró el riesgo de la contusiones".