No abandones la esperanza; la esperanza te da la fuerza para seguir adelante cuando sientes que ya nada te importa.
No hagas nada que disminuya tu propio respeto; el estar satisfecho con uno mismo es esencial para estar satisfecho con la vida.
No dejes que nadie retenga tu felicidad en sus manos; sujétala en las tuyas para que siempre esté cerca de ti.
No esperes que lo que deseas venga a ti; búscalo con toda tu alma, sabiendo que la vida te encontrará a la mitad del camino.
No sientas que has perdido cuando tus planes y sueños no alcanzan a cumplir tus anhelos; cada vez que aprendes algo nuevo sobre ti o sobre la vida, has avanzado.
Nunca te olvides de reír, ni dejes que el orgullo te impida llorar; cuando reímos y lloramos es cuando vivimos a plenitud.
Nunca dejes de creer en Dios; mientras creas que puedes lograrlo, tendrás un motivo para intentarlo