A la hora de refrigerar los alimentos no utilices recipientes de metal o de esmalte ya que estos pueden expedir ácido y sales, que pueden contaminar la comida.
Procura mejor usar trastos de vidrio o plástico con tapa y ten la precaución de cerrarlos muy bien, el vidrio y plástico son materiales prácticos y recomendables porque con ellos evitarás que cambie el sabor de tu comida.