Los vinos embotellados con corcho se deben guardar poniendo la botella acostada.
Los que tienen el tapón de rosca pueden guardarse con la botella parada.
La razón es sencilla, al estar acostada la botella, el vino humedece el corcho, ayudando a mantenerlo algo hinchado, con lo cual cerrará mas herméticamente.
Eso no quiere decir que no debamos tener de pie las botellas tapadas con corcho, sin embargo, no se guardarán así durante mucho tiempo de almacenamiento porque puede entrar aire y echar a perder el vino.
Otra cosa importante de recordar es que el exceso de calor o de frío influye desfavorable mente en los vinos.
Nunca se deben dejar las botellas al sol ni en lugares demasiado calientes, ni hay que meterlas al congelador.
Si tiene usted una o dos botellas que piensa servir pocos días después, limítese a mantenerlas en un lugar fresco (a menos de 15ºC si es posible) donde no entre luz.
Si tiene muchas botellas y piensa guardarlas durante semanas o meses, es importante que encuentre un lugar oscuro donde no haya vibraciones, que no esté húmedo o mohoso y que tenga una temperatura constante de 12 a15ºC.