"Mientras el tener se basa en algo que se consume con el uso, el ser
aumenta con la práctica. La angustia y la inseguridad por el peligro de
perder lo que se tiene no existe en el modo del ser: Si soy lo que soy
y no lo que tengo, nadie puede arrebatarme ni amenazar mi seguridad y
mi sentimiento de identidad. Mi centro está en mí mismo; esta capacidad
de ser y de expresar mis poderes esenciales forma parte de mi
estructura de carácter y esto sólo depende de mí. El poder del amor
aumenta mediante el proceso de expresarlo.
Ser constituye la meta de la vida. La dicha es el fruto de
haber renunciado a tener. Debemos aproximarnos cada vez más al modelo
de naturaleza humana que nos hemos propuesto. Sentiremos satisfacción
al aferrarnos a la meta de ser nosotros mismos.
No debemos sentir miedo de perder nuestra identidad en las
posesiones ni miedo al abismo de enfrentarnos con lo poco. Buda, Moisés
y Cristo fueron héroes universales y, sin embargo, no tenían nada a los
ojos del mundo; no eran nadie; avanzaron hacia los riesgos y peligros,
descendieron a los infiernos y retornaron con el fin de ser guías a su
vez. Hay que animarse a ser un héroe en nuestro mundo interior.
El modo de ser sólo existe aquí y ahora. El modo de tener sólo
existe en el tiempo presente, pasado y futuro. Está vinculado con lo
que hemos acumulado en el pasado. Amar y concebir la verdad están fuera
del tiempo.
El modo de tener se somete con respecto al tiempo, se "cosifica" al ser humano. El tiempo es nuestro amo; el tiempo es dinero.
El modo de ser tiene como requisito previo la libertad. Su
característica fundamental es estar activo interiormente, lo que
significa crecer, trascender la prisión del ego aislado. Contemplar una
planta, un libro, escuchar música se torna productivo, aunque no
produzca nada. Es una actividad interior. Los griegos de Atenas se
dedicaban a la vida contemplativa, a la búsqueda de la verdad,
considerada la mejor actividad del individuo racional.
Se ha perdido la unidad original con la naturaleza. El dinero,
llegar a alcanzar el éxito lo abarca todo. Los seres humanos tienen más
miedo a ser parias que a la muerte. Tener se inclina hacia el poseer,
como deseo de sobrevivir. Tener, como deseo de superioridad, de ejercer
poder para conquistar.
Ser, en cambio, tiende hacia compartir, sacrificarse, como
necesidad de superar el aislamiento mediante la unión con otros seres.
En el modo del ser, la felicidad radica en nuestro modo de amar a los
demás y en compartir con el prójimo.
La persona exclusivamente preocupada por el poseer es
neurótica, está mentalmente enferma. Sólo la independencia interior
conduce a la libertad.
Los burgueses, empresarios, en secreto admiran a los que pueden
buscarse a sí mismos, en vez de decidirse simplemente a acumular y
consumir objetos.
El hombre es el único animal racional capaz de decir "NO" en
todos los órdenes de la vida; a negarse placeres que lo aparten de ser
un espíritu humano.
Como los héroes antiguos, hay que animarse, también, a salir vencedor."
CON CARIÑO..