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Una señora estaba en un avión y al ver que estaba tronando se asustó y le preguntó al capitán:
¿Si le cae un rayo al motor #4 qué pasa?
El Capitán le respondió:
Bueno con tres motores estamos capacitados para volar perfectamente bien.
Y ella le pregunta de nuevo:
¿Y si le cae un rayo al motor #3?
El Capitán le respondió:
Bueno con dos motores llegamos más o menos a una buena distancia a toda máquina.
Y ella le pregunta de nuevo:
¿Si le cae otro rayo al motor #2?
El Capitán le responde:
Bueno a toda máquina, con un motor podríamos llegar al aeropuerto más cercano.
Dice la señora:
¿Y si le cae un rayo a ese único motor?
Y dice el Capitán:
Bueno, sacamos uno de repuesto y lo ponemos a funcionar hasta que lleguemos a la ciudad más cercana.
¿Y si le cae otro rayo a ese motor?
Enconces dice el Capitán.
Bueno sacamos el segundo motor de repuesto y lo ponemos, a ver donde aterrizamos.
Y dice la señora:
¿Capitán de dónde saca usted tantos motores de repuestos?
¡Del mismo lugar donde está sacando usted tantos rayos!
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Habiendo marcado equivocadamente un número telefónico, al comunicarse por larga distancia, una señora pregunta en tono angustiado.
¿Ya llegó Julio allí?
Una voz profunda respondió:
No señora, no sé de que parte del mundo llama usted, pero aquí todavía estamos en abril.
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Llaman a una casa y dicen:
¿Es éste el teléfono cinco uno uno uno uno uno uno?
Y el hombre le responde:
¡No!, es el cinco once once once.
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Había en un pueblo, un padre exageradamente orgulloso de su mujer por haber tenido seis hijos, tanto que la llamaba madre de seis, esto a su esposa le molestaba muchísimo, y un día que se encontraban en una boda le grita el esposo para que todos escucharan:
¿Ya estás lista para irnos madre de seis?
Con furia su esposa contesta:
Claro que sí, padre de cuatro.