Si bien para un primer acercamiento la belleza física
juega un cierto papel, para lograr sentimientos y relaciones perdurables, lo
que realmente vale es la belleza interior. Esto es, sin duda, así y existen
sobradas pruebas al alcance de la mano. Basta pensar en hermosísimas
actrices que se casan con los más apuestos e idealizados galanes, y al
tiempo se separan.
Evidentemente la belleza física no alcanzó para
afianzar y hacer perdurable la relación. En cambio, todo lo bello que uno
tiene por dentro, la pureza de los sentimientos, la claridad espiritual,
pueden mantener vivos sentimientos, emociones, pasiones, y hacerlos perdurar
más allá de las dificultades y conflictos propios de la vida de relación.
Si uno cultiva y embellece su ser interior y se siente contento y
seguro de esa mágica potencialidad; si se siente digno poseedor de todas
esas virtudes, será dueño absoluto de todos sus sueños y de su futuro.
Porque un espíritu fuerte y seguro de sí, siempre consigue lo que quiere.
Por eso...
¡Apodérate sin vacilar de tus sueños, tu
proyectos y tu ser! ¡Redecora tu interior y adórnalo con lo mejor de vos
mismo! ¡Refuerza los cimientos de tu personalidad con una buena dosis de
autoestima! Finalmente, tu mundo, ese mundo que construiste con que y con
quienes queréis vivir, será tuyo... definitivamente tuyo... absolutamente
tuyo...
CON CARIÑO LES COMPARTO ESTA HERMOSA REFLEXIÓN..