En los últimos años son comunes los estudios y declaraciones médicas y científicas acerca de las utilidades de la cerveza en la salud. Mejoras en el sistema inmune, en el cardiovascular y digestivo, aumento de la masa ósea, carácter diurético y efectos preventivos en relación con el cáncer, entre otros. Beneficios a los que ahora se une la prevención del Alzheimer.
Esto es lo que se desprende del estudio ‘Efectos del consumo moderado de cerveza en la salud’, presentado hace días por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Javier Romero Marín. Una idea apuntada, hace ya unos años, por las doctoras del departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología, María José González e Isabel Meseguer.
El silicio, presente en la cerveza, estaría detrás de estos efectos beneficiosos, ya que reduce la presencia del aluminio (metal neurotóxico que se relaciona con la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas), en el plasma sanguíneo y el tejido cerebral, al limitar su absorción en el tracto gastrointestinal.
Continuando con los factores protectores del Alzheimer, también se ha hablado esta semana de los beneficios del consumo moderado, SIEMPRE MODERADO, de alcohol en su prevención.
Según un estudio realizado por la Universidad de Valencia y el Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona, publicado en Journal of Alzheimer’s Disease, en el que colaboraron organismos como la Generalitat Valenciana se ha descubierto que riesgo de sufrir Alzheimer no se veía afectado por el consumo de tabaco, pero que en cambio existía un efecto protector en el consumo moderado de alcohol. Efecto todavía más evidente en mujeres no fumadoras.
En todo caso, tanto en lo que respecta al alcohol, cuanto a la cerveza, los investigadores insisten en su CONSUMO MODERADO, dentro de un contexto en el que los conocimientos sobre los factores medioambientales que influyen en el riesgo de sufrir Alzheimer son, todavía y pese a los esfuerzos realizados, sorprendentemente escasos.
(fuente:cuidadoalzheimer)