Este prototipo integra sensores capaces de medir el movimiento y eliminar algunos de los temblores incontrolados generados por enfermedades neurodegenerativas. El nuevo dispositivo puede identificar si la persona quiere ejecutar movimientos voluntarios, como alzar un vaso.
Investigadores europeos han desarrollado un sistema que intenta eliminar los temblores incontrolados provocados por enfermedades neurodegenerativas tales como el Parkinson o el Alzheimer.
"Hemos conseguido desarrollar una neuroprótesis que es capaz de identificar si la persona está temblando o no y si quiere ejecutar movimientos voluntarios o no, en cuyo caso, a través de estimulación eléctrica funcional, estabiliza el temblor", explica José Luis Pons, responsable del proyecto e investigador en el Instituto de Automática Industrial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"Actualmente este tipo de temblores se trata mediante medicación o estimulación cerebral profunda, pero un 25% de los pacientes no responde a ninguna de las terapias, por lo que este sistema proporciona una alternativa para un gran número de enfermos", continúa Pons.
LOS DETALLES
El dispositivo, de momento un prototipo, consiste en un conjunto de sensores que son capaces de medir toda la cadena de generación de movimiento, desde el origen de la ‘orden’ en el cerebro hasta su ejecución.
"Usamos un casco de encefalografía que detecta la intención del movimiento del usuario, es decir, cuándo quiere empezar a moverse. Además, tenemos electrodos que miden la actividad muscular, por lo que podemos saber cuándo se está moviendo y, mediante otro tipo de sensores, llamados inerciales, cómo es ese movimiento", apunta Eduardo Rocón, otro de los autores asociados al proyecto.
De este modo, la neuroprótesis es capaz de saber cuándo la persona quiere ejecutar un movimiento voluntario, como agarrar un objeto o desplazar el brazo a la derecha. Esto es importante porque el sistema sólo elimina los temblores si van a interferir con el movimiento, a fin de no cansar el músculo.
COMO FUNCIONA
Pons explica que existen dos maneras de eliminar el temblor: "Una es estabilizando el brazo, en cuyo caso lo que hacemos es forzar la rigidez del músculo para que sea el propio brazo el que filtre los movimientos temblorosos. La otra forma consiste en que si detectamos que el brazo está temblando en una dirección, aplicamos una acción que lo mueve en dirección opuesta para que la suma de ambos produzca estabilidad".
Los investigadores estiman que a finales de año terminarán las pruebas con pacientes, que se están llevando a cabo en Bélgica, Reino Unido y España.
"Aunque es difícil de predecir, porque depende en parte de la reacción de la industria, pensamos que en un plazo de 5 ó 10 años puede haber una solución de este tipo en el mercado", aventura Rocón.
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