Nuestra visión del mundo es física y práctica.
A causa de ello, tenemos una visión limitada.
Vemos una fracción del panorama completo.
Tendemos a preguntar "cómo" y no "por qué".
Para desarrollar nuestro potencial espiritual,
podemos aprender a ver más allá de la fisicalidad del mundo.
Hoy, cuando te sientas forzado criticar o juzgar, pregúntate:
"¿Veo el panorama completo?
¿De qué me estoy perdiendo?".
Al aguantarte y restringir este impulso inicial,
puedes escapar de tu miopía y ver el gran panorama
Yehuda Berg