1. Lávese los dientes.
2. No se rasque las guevas frente a ella.
3. Regálele flores y muchos, pero muchos presentes.
4. Levante la tapa del inodoro antes de orinar y recuerde bajarla después.
5. Lávese las manos cuando salga del baño.
6. No mastique con la boca abierta.
7. No eructe duro, o mejor, no eructe jamás.
8. No sea pedorro.
9. No hable mal de la madre de ella, ámela como a su propia madre.
10. No diga palabrotas.
11. Ría siempre de los malos chistes de ella.
12. No la cele, o si acaso, un poquito.
13. Deje que ella tenga celos de usted. Ella sí puede.
14. No críe barriga. Es más, nunca engorde. Ella sí puede (pero nunca se lo diga).
15. No se demore en el baño. Aprenda a trapear el baño, pero aun así, no se demore.
16. No deje la toalla tirada.
17. No diga que ella no sabe manejar.
18. No llegue tarde a casa. Salga de trabajar y váyase de inmediato para su casa.
19. No se entretenga con los amigos. O mejor, no tenga amigos.
20. No sueñe con tener amigas.
21. Nunca mire ni hable de las tetas o del culo de las amigas de ella.
22. Use cuando menos dos tarjetas débito y dos de crédito.
23. No mire a otras mujeres. Es más, entienda de una vez que no existen otras mujeres.
24. No hable de su ex. Usted nunca tuvo a nadie antes que ella.
25. Dígale 'Te amo', al menos 24 veces al día.
26. Aprenda a cocinar.
27. Lave los platos y deje la cocina limpia.
28. Arregle la cama (siempre).
29. Llámela desde cualquier lugar, ojalá cuando usted esté más ocupado.
30. Deje que ella compre ropa, zapatos, etc., siempre que ella quiera. Es más, ayúdela a caminar durante horas eligiendo lo que quiera comprar
(y sonría mientras camina).
31. Deje que ella converse durante horas por teléfono, y si puede, páguele la factura del celular.
32. No ronque.
33. Recuerde, a usted no le gusta el fútbol y odia las carreras de
fórmula 1.
34. Aféitese todos los días para que no la lastime.
35. No piense solamente en sexo, pero tampoco exagere; propóngaselo con frecuencia, aunque esté cansado y descremado.
36. Respete cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella se lo pide, complázcala de inmediato. ¡Ah!, y no se vaya a
quedar dormidote inmediatamente después; debe mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida.
37. Diga en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás ha visto.
El Discípulo, agobiado, se vuelve para bajar de la montaña
y el Maestro le dice:
'¡Espera, hijo mío, vuelve acá!'
El Discípulo contesta:
'Nooo, Maestro...
... ¡Ahora entiendo por qué hay tanto MARICA !