Antes, cuando estaba enojada con algún familiar era porque no quería saber nada de nada porque me sentía poco querida y como era muy orgullosa, no era capaz de ir y pedir alguna explicación e iniciar alguna conversación.
Hoy que he cambiado tanto, ha pasado tanto tiempo y se han alejado todos hacia un lugar donde no están presentes más que en los recuerdos y la vida tan generosa con su variedad de cambios hermosos me ha mostrado las maravillas del amor, claro que ejercitando.
El ejercicio consiste en tener siempre presente que nada ni nadie nos pertenece, que no vinimos al mundo para poseer cosas o personas, y que somos libres. De modo que, cuando algo o alguien tiene que irse de nuestra vida, no alimento la pérdida.
Hoy he adquirido una visión más amplia.Un instante sirve para oír el silencio, o comenzar la dicha. Es en un instante en que uno dice Te amo o te odio y cambiar toda tu vida.
D/A