Expreso el amor que siento en mi corazón demostrando afecto, apoyo y atención. Digo palabras amorosas y positivas que les hacen saber a otros cuánto significan para mí. Mis palabras afirman bondad, belleza e inteligencia. Veo que esas cualidades brotan como flores bendecidas por el sol. Extiendo mis brazos y abrazo a mis familiares y amigos con amor incondicional cálido y reconfortante.
Con cuidado y compasión, apoyo a mis seres queridos en su camino por la vida. Comparto mi sabiduría cuando enseño, mi experiencia cuando aconsejo y mi comprensión cuando doy consuelo. Oro por mis seres queridos, sabiendo que el Cristo que mora en ellos los guía donde quiera que vayan y en todo lo que hagan. Doy gracias por mi rol en la vida de quienes amo.