Cuando trato de alcanzar algo nuevo y retador, acallo mi mente y aprovecho al máximo el poder de mi sabiduría interna. Al ir más allá de mi conocimiento intelectual y mi experiencia de vida, me enfoco en mi sabiduría para discernir el mejor curso de acción.
Si se presentan nuevas oportunidades, las puedo utilizar como guía hacia una mayor expresión de mí mismo. Uso mi poder de sabiduría para discernir qué me ayudará a expandir mis horizontes, qué me impulsará a crecer hacia una expresión más completa de quien soy verdaderamente.
Con confianza y paciencia, me sosiego en el conocimiento de que mi sabiduría innata me llevará a las respuestas, la comprensión y la claridad que necesito.