La Revolución de los Claveles
Un día como el de hoy, pero del año 1974, Lisboa amaneci ó envuelta en un alzamiento militar que terminaría con la dictadura salazarista que dominaba Portugal desde 1926 y era la más longeva de Europa. Una canción fue la contraseña de los insurrectos que alcanzaron la victoria sin disparar un solo tiro. El fin del régimen al que se lo conocía como “Estado Novo”, permitió que las últimas colonias portuguesas lograran su independencia tras una larga guerra entre ellas y la metrópoli, y que Portugal mismo se convirtiera en un estado democrático. En las calles la euforia se desató, civiles y militares se reencontraron en abrazos de libertad. Los floristas ofrecían a los soldados sus claveles que terminaron en la punta de los fusiles, sin saber que con ese simple gesto bautizaban a la última revolución romántica del viejo continente. El movimiento militar, que contó desde un primer momento con la adhesión del pueblo portugués, independizaría las colonias en Africa, nacionalizaría la economía, haría la reforma agraria y crearía preocupación a los EEUU ante la posibilidad del surgimiento de un “nuevo Chile socialista” en la puerta de entrada de Europa. Aquella madrugada del 25 de Abril de 1974, Portugal, exilio dorado de dictadores como el cubano Fulgencio Batista, o de ex monarcas como Humberto de Italia y Juan de Borbón, guarida de nazis sobrevivientes a la guerra y a los juicios y paraíso de diplomáticos ingleses jubilados, sorprendió a todos e inquietó a algunos. En España, mientras los demócratas acunaban esperanzas, temeroso, el "Generalísimo" y dictador todopoderoso Francisco Franco ordenaba cerrar las fronteras. |