Pregunto por vos
a los seres de la noche,
al frío del invierno,
al trágico verdugo.
Busco tu mirada
entre mundos sutiles,
que apenas se demoran
en las sombras del espejo.
¿ Dónde perdí, tu voz
y tus presagios ?
¿ Dónde tu risa y tu
boca que era fuego ?
Tal vez perdí tu rastro
entre mis días torpes,
de exactos sucederes
y grises parecidos.
Descuidé la melodía,
de la piel que consagrabas,
y los duendes del silencio
la robaron de mis manos.
Quizás sucios de olvido
emigraron tus besos
como las golondrinas
buscando el viento cálido.
Lo cierto es que te busco
entre lunas sumergidas
entre muros de palabras
en tardíos laberintos.
Y no encuentro tus huellas
sobre la arena húmeda
ni las brisas de los mares
han rozado tu destino.
Es de noche y no te encuentro
pero aún no me resigno
aunque temo, de temor negro,
que te he perdido para siempre.
Carlos Olivieri
any