Si Volviera a Vivir
Si tuviera otra oportunidad, me animaría a cometer más errores. Me relajaría. Sería más flexible. Sería más tonto de lo que fui en este viaje. Me tomaría menos cosas con seriedad. Correría más riesgos. Haría más viajes. Escalaría más montañas y nadaría en más ríos. Comería más helados y menos garbanzos. Tal vez tendría más problemas reales, pero menos problemas imaginarios. Sabe, soy de los que viven con sensatez y sanamente hora tras hora, día tras día. Oh, he tenido mis momentos y si volviera a vivir, tendría más. De hecho, trataría de no tener otra cosa. Sólo momentos. Uno tras otro, en lugar de vivir tanto años por adelantado cada día. He sido de esas personas que no van a ninguna parte sin un termómetro, un botella de agua caliente, un impermeable y un paracaídas. Si tuviera que volver a vivir, la próxima vez viajaría más liviano. Si tuviera que volver a vivir, empezaría a andar descalzo más temprano en la primavera y seguiría así más tarde en el otoño. Iría a más bailes. Subiría a más calesitas. Cortaría más margarita
Juan Luis¿Viste las firmas?,precioso tu poema,te mando una canción de Serrat
(Joan Manuel Serrat)
Amigo mío que desde que el tiempo fue tiempo, vas sembrando guijarros por donde es plomo el sol y es tan espeso el polvo del camino, que embarra el canto.
Si al ir manso a doblar un recodo hacia el mar vieses los ojos de esa muchacha, detén tus aguas y pregúntale si se acuerda de mí.
Si la ves en primavera, corre con ella por los trigales, arrancando amapolas, avena y grama para adornar el jarrón que hay junto a su cama.
Si la ves cuando el verano, corre su mano seca y calina, mécela entre tus brazos frescos de río. Y vuelve para contármelo amigo mío.
Si al ir manso a doblar un recodo hacia el mar vieses los ojos de esa muchacha, detén tus aguas y pregúntale si se acuerda de mí.
Si la ves cuando el otoño, te hace ancho y hondo y sueña el barbecho, cuéntale que la llevo como el abrojo, prendida en el pelo, el alma, el vientre y los ojos.
Si la ves cuando el invierno, viste su terno blanco y helado, cuida que por las noches no sienta frío. Y vuelve para contármelo amigo mío.
|