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General: EL PÁJARO MARRÓN(HISTORÍA REAL)
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: nania2  (Mensaje original) Enviado: 03/11/2009 15:13
EL PÁJARO COLOR MARRÓN
 
Ella tenía seis años cuando la vi por primera vez en aquella playa cercana a donde vivía.  Suelo caminar hasta esa playa, cada vez que siento que el mundo se me cae encima... Ella estaba construyendo un castillo de arena o algo así cuando miró hacia arriba, con sus ojos azules, tan azules como el mar.  -Hola, me dijo.  Le respondí con un gesto, sin muchas ganas de preocuparme por una niña pequeña.  -Estoy construyendo, dijo ella.  Ya veo.  Pero... ¿y qué es?, le dije sin darle mucha importancia.  No lo sé, pero me gusta sentir la arena.  Eso suena fantástico, pensé y me quité los zapatos.  De pronto, un aguzanieves pasó volando.  ¡La felicidad! dijo la niña.  Que es... ¿qué?  ¡Es la felicidad!  Mi mami dice que los pájaros marrones (Aguzanieves), vienen para traernos la felicidad.  El ave se fue deslizando suavemente por la playa.  Hasta luego, felicidad, murmuré interiormente.  "Hola dolor", me dije, me volteé y seguí caminando.  Estaba deprimida, mi vida estaba completamente fuera de control...  pero ella no se rendía... ¿Cómo se llama?, me preguntó, Ruth, le respondí.  Me llamo Ruth Peterson.  Yo soy Wendy... y tengo seis años.  Hola Wendy, le dije.  Y con su risa de niña me dijo: ¡Qué graciosa es!.  En lugar de seguir triste, también me sonreí y seguí caminando... su risita musical me acompañó... "Venga otra vez, Sra. Ruth -me dijo- y tendremos otro día feliz.
 
Los siguientes días son otra historia: un grupo de revoltosos niños exploradores, reuniones de la Asociación de Padres de Familia, mi madre enferma... El sol brillaba una mañana en que decidí sacar mis manos del agua sucia de los platos... "Necesito un pájaro marrón, me dije a mí misma, y cogí un saco.  El bálsamo siempre cambiante de las olas del mar me esperaba... Caminé muy despacio, a pesar de la brisa fría, tratando de recapturar la serenidad que tanto necesitaba... Me había olvidado de la niña, y me sobresalté cuando ella apareció.  Hola, Sra. Ruth, -me dijo-  ¿Quiere jugar?  ¿Qué tienes en mente?  le pregunté con un tono de enojo.  No lo sé, usted diga qué.  ¿Qué tal unos chistes?  le pregunté sarcásticamente.  Su cantarina risa regresó otra vez, diciéndome: No sé jugar a eso.  Entonces, sólo caminamos, le dije.  Mirándola me di cuenta de la delicada palidez de su rostro.  ¿Dónde vives? le pregunté.  Por allá, dijo y señaló hacia una fila de cabañas de verano, algo extraño para invierno.  ¿A qué escuela vas?.  No voy a la escuela.  Mi mami dice que estamos de vacaciones, y siguió con su conversación de niña mientras nos paseábamos por la playa, pero mi cabeza estaba en otro sitio.
 
Cuando me iba a casa, Wendy dijo que había sido un lindo día.  Sintiéndome sorprendentemente mejor, le sonreí coincidiendo con ella.  Tres semanas después, corrí a mi playa casi presa de un estado de pánico.  Ni siquiera estaba de humos para saludar a Wendy.  Creí ver a su madre en el portal de su cabaña y por poco le pido que mantuviera a su hija ahí.  Mira, si no te importa -le dije rápidamente cuando Wendy se cruzó conmigo- hoy preferiría estar sola.  Se me veía extrañamente pálida y con mucha dificultad para respirar... ¿Por qué?, preguntó.  Me volteé y le grité: ¡Porque mi madre ha muerto!, y pensé:  Dios mío, ¿qué hago diciéndole esto a una niña?
 
Oh, dijo ella bajito, entonces hoy no es buen día.  Así es.  Ni ayer ni antes de ayer ni... ¡Oh, vete de aquí!.  ¿Dolió?  ¿Que si dolió?, dije exasperada con ella y conmigo, ¿cuando ella murió?  ¡por supuesto que dolió, le contesté toscamente, sin entender bien y me encerré a mi misma... me fui rápidamente.
 
Un mes después o algo así, cuando fui otra vez a la playa, ella no estaba ahí... Me sentí culpable, avergonzada y me dije a mí misma que la extrañaba, así que después de la caminata, fui a su cabaña y toqué a la puerta.  Me abrió la puerta una joven mujer, de cabellos color miel y rostro desencajado.  "Hola -le dije-  Me llamo Ruth Peterson.  Hoy no vi a su niña y me preguntaba dónde estaría.  Ah, sí, Sra. Peterson, pase, por favor.  Wendy hablaba mucho de usted, siento mucho haberla dejado que la molestara tanto.  Acepte mis disculpas, si es que ella la molestó mucho.  No, no, por favor, ella es una niña encantadora -le dije-, dándome cuenta que en realidad era eso lo que quería decir.  ¿Dónde está?  "Wendy... murió la semana pasada, Señora Peterson.  Tenía leucemia.  Tal vez no se lo dijo.  Muda de asombro, busqué a tientas una silla, a la vez que trataba de recuperar la respiración.
 
Ella amaba esta playa, así que cuando pidió que viniéramos no pudimos decirle que no.  Parecía estar mucho mejor aquí y tenía muchos de lo que ella llamaba... sus días felices.  Pero las últimas semanas, se fue rápidamente, dijo su madre, quebrándosele la voz.  Dejó algo para usted, si tan sólo pudiera encontrarlo.  ¿Podría esperan un momento mientras lo busco?  Hice un gesto descuidado de aceptación, mientras mi mente buscaba algo, cualquier cosa, algo que pudiera decirle a esta amable jovencita. Me extendió un sobre garabateado con las letras "Sra. Ruth" en negrita y con caligrafía infantil.  Dentro de él, había un dibujo a crayolas:  una playa amarilla, un mar azul y un pájaro marrón.  Debajo de todo eso, se leía cuidadosamente escrito: "UN PÁJARO MARRÓN PARA DARLE FELICIDAD".  La cara se me llenó de lágrimas y un corazón que prácticamente había olvidado amar, comenzó a abrirse. Tomé a la mamá de Wendy en mis brazos y le susurré:  "Cuánto lo siento, cuánto lo siento, cuánto lo siento y lloramos a mares las dos juntas.
 
El precioso dibujito ahora está enmarcado y cuelga en mi estudio.  Seis palabras, una por cada año de su vida, seis palabras que me hablan de armonía, coraje y amor incondicional.  Un regalo de una niña de ojos color mar azul y cabellos color arena, una niña que me enseñó y me dio un regalo de amor.
 
NOTA:  La historia anterior es una historia de la vida real enviada por Ruth Peterson.  Que sirva para recordarnos a todos nosotros que necesitamos darnos tiempo para disfrutar de la vida y de nosotros.  "El precio de odiar a otros seres humanos es amarnos menos a nosotros mismos".
 
Con una caricia para tu alma


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: any60 Enviado: 04/11/2009 08:54
Hermosa historia Juanis "!!!! ...gacias por compartirla !!! ..any


 
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